susurros

¡No puedes ser tan original!
Humíllate, inténtalo.
Haz que tus sueños bailen al compás de la conga
o paseen desnudos por las playas de la vida.
¡Corrígete!
Que no es buena tanta alma,
que no es sano callar y callar.
Tantas palabras almacenadas en tan poco cerebro.
Opinión por opinión
y esas risitas histriónicas de los lacónicos anónimos.
¡Cállate!
Intenta de una puta vez cerrar la boca
y tan solo escuchar el mar.

una nueva vida

Caí. Lo admito.
En esa mierda sucia que apesta las vidas.
Rocé su piel tan gastada, tan usada.
tan llena de todos nosotros, de todos ellos.
Tan cubierta de sangre y guerras.
Caí. Lo admito.
En esa envidia insana,
en ese círculo vicioso que mata la mente.
Lamí el agua que robaron
en ese camino trazado que todos seguimos al nacer.
Caí. Lo admito.
y desde el profundo vacio de lo mismo
tantas veces repetido,
supe crecer.
mas fuerte y malo,
mas burro y necio,
listo y sabio,
mas divino, peligroso
y mucho menos humano.

SURREALISMO

- Poetas malditos escupen mi rostro,

restos de gloria escurren sobre mí.

- Creí quemar al sol con mi astucia

y ese ridículo pájaro lo hizo feliz.

- Grandes torres quedan destruidas por lectores

dramáticos satíricos.

- Grandes lenguas se enredan buscando sentido:

gerundios, rivales y amantes.

- Solo somos risas para unos cuantos críticos pedantes,

solo somos reyes de monos morbosos,

criaturas ridículas que no sienten dolor.

- Burlados en burladeros resonantes,

busca frases con sentido,

amantes del rock and roll.

- Decreciendo arrastro mis pensamientos abstractos,

frases rápidas que citan al mismísimo Rimbaud.

- Hace tiempo que quemaron donde tu alma se alojaba,

hace tiempo que el obispo desterró a tu Dios

- Hoy izquierdas y derechas rompen filas

muletillas toreras,

bailarinas de charlestón.

- Fulanas, putas y putillas,

civitas civilitation,

una nueva puerta al terror.

bajo tus bigotes I

En un mundo de tentaciones doradas

que acaban pudriendo tu boca.

En un mundo de labios carnosos,

jugosa carne,

que envuelve el deseo con papeles demasiado finos.

En un mundo de palabras seleccionadas

por sus cualidades numéricas.

En un mundo de olores,

gestos y demasiado mimo.

En un mundo de monos ciegos,

mudos o sordos.

En este mundo con raíces de guerra

donde cuesta esconder los dientes.

En este mundo de gracias y por favores,

de pagos y ventas,

de latas enlatadas con fecha de caducidad.

En este mundo que crea y destruye

sus mitos y sus leyendas,

sargentos de hierros o muñequitas de lana.

En este mundo dormido

que bosteza cuando oye hablar del alma.

Es aquí donde ataron mis pies a la tierra

cubriendo mis labios con sus manos podridas

con olor a dinero.

Aquí sigo

Despierta, en pie
cual soldado "valiente"
que no teme matar.
Sin máscaras que cubran ya
mi rostro.
Aquí sigo,
esperando,
el primer saludo
sin despedida.

Caminante

Tengo sueño, me dice.
y le observo ir,
tan despacio,
tan cruel.

Capas de vida
se desprenden de su rostro
y las hojas caen,
escritas
con letras de amor
que un día recitaba.

Sus ojos aun valientes,
vuelven a mirar
y ahora ven lo que no veían:
mi lágrima,
mi rostro
y su vida.

En la mesa
deja posado
el diario de su camino,
cuero viejo
y las dos monedas de plata.

Y el polvo,
amontonado en cama
con su silueta envuelta en frío,
tan frío,
tan poco tiempo.

Una esquina oscura,
el foco,
y la canción,
falsa melodía
las sirenas entonan.

Tengo que ir, me dice
y roza mi frente
con el dorso de su mano.

Dolor,
lo define todo,
al final eso queda:
dolor y olvido.

FANTASMAS

Sargentos de hierro,
criminales en serie,
lobos esteparios,
manipuladores de alimentos.

Fabricantes de humo verde,
payados desnudos,
fumigadores piratas y
poperas en serie.

Republicanos nacionalistas,
comunistas capitalistas,
criadores de hormigas.

Lectores del lecturas,
fulanas con o sin chulo,
monjas y sacerdotes.

Niñatas de todo tipo,
marujas y culebronas,
maridos de barra.

Políticos, empresarios
y el empleado del mes.

Listas inmundas colgadas en volcanes dormidos,
señalan el nombre de los coleccionistas de mierda,
trepadores de alma oscura y
mirada altiva.

Camuflados en la niebla de la ruidosa ignorancia
amasan los bienes de su adorada codicia.
Muriendo siempre en la mas pobre soledad.