lunes, 8 de diciembre de 2008

Caminante

Tengo sueño, me dice.
y le observo ir,
tan despacio,
tan cruel.

Capas de vida
se desprenden de su rostro
y las hojas caen,
escritas
con letras de amor
que un día recitaba.

Sus ojos aun valientes,
vuelven a mirar
y ahora ven lo que no veían:
mi lágrima,
mi rostro
y su vida.

En la mesa
deja posado
el diario de su camino,
cuero viejo
y las dos monedas de plata.

Y el polvo,
amontonado en cama
con su silueta envuelta en frío,
tan frío,
tan poco tiempo.

Una esquina oscura,
el foco,
y la canción,
falsa melodía
las sirenas entonan.

Tengo que ir, me dice
y roza mi frente
con el dorso de su mano.

Dolor,
lo define todo,
al final eso queda:
dolor y olvido.

3 comentarios:

laurajaji dijo...

Me has puesto los pelos de punta.Está muy bien!

PHAROS dijo...

poesia me gusta (muchos dias sin verte)

anhelo.graphicdesign dijo...

es una de esas poesias k cuanto mas la lees mas cosas descubres.