Tengo sueño, me dice.
y le observo ir,
tan despacio,
tan cruel.
Capas de vida
se desprenden de su rostro
y las hojas caen,
escritas
con letras de amor
que un día recitaba.
Sus ojos aun valientes,
vuelven a mirar
y ahora ven lo que no veían:
mi lágrima,
mi rostro
y su vida.
En la mesa
deja posado
el diario de su camino,
cuero viejo
y las dos monedas de plata.
Y el polvo,
amontonado en cama
con su silueta envuelta en frío,
tan frío,
tan poco tiempo.
Una esquina oscura,
el foco,
y la canción,
falsa melodía
las sirenas entonan.
Tengo que ir, me dice
y roza mi frente
con el dorso de su mano.
Dolor,
lo define todo,
al final eso queda:
dolor y olvido.
3 comentarios:
Me has puesto los pelos de punta.Está muy bien!
poesia me gusta (muchos dias sin verte)
es una de esas poesias k cuanto mas la lees mas cosas descubres.
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